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La coordinación de soldadura, en el entorno industrial actual, se ha consolidado como un elemento estratégico para sectores como el ferroviario, energético, naval, aeroespacial y de infraestructuras metálicas; caracterizado por una creciente exigencia en términos de calidad, trazabilidad y eficiencia
La correcta implementación de procesos de soldeo no solo garantiza la integridad estructural de los productos, sino que también permite a las empresas posicionarse competitivamente en mercados internacionales que exigen altos estándares de calidad y cumplimiento normativo.
La soldadura, lejos de ser una simple técnica de unión, es un proceso especial que requiere un control exhaustivo para poder alcanzar un nivel de calidad óptimo. Para ello, se requiere de un adecuado equilibrio y sincronización entre diferentes aspectos como son: la correcta aplicación de los procesos de soldeo, la soldabilidad y propiedades de los materiales a unir, el diseño, la inspección y el cumplimiento normativo. En definitiva, se requiere de una verificación íntegra en las fases del antes, durante y después de la soldadura.
Una soldadura defectuosa puede comprometer la seguridad de una estructura, generar paradas no planificadas, incrementar los costes de reparación y, en casos extremos, provocar accidentes graves. En este contexto, la figura del coordinador de soldadura, definida por la norma EN ISO 14731, se vuelve esencial para asegurar la calidad desde la fase de diseño hasta la inspección final del producto.
- Las normativas internacionales EN ISO 3834, EN 15085 y EN 1090 constituyen una parte importante del marco regulador que define los requisitos de calidad en los procesos de soldeo. La norma
- EN ISO 3834 establece los criterios para la garantía de calidad en la soldadura por fusión de materiales metálicos, siendo fundamental para demostrar competencia técnica y trazabilidad.
- Por su parte, la EN 15085 regula la fabricación y control de componentes soldados en vehículos ferroviarios, mientras que la EN 1090 es obligatoria para estructuras metálicas en la Unión Europea, abarcando desde el diseño hasta la evaluación de conformidad.
La evolución tecnológica ha transformado profundamente los procesos de soldadura
Hoy en día, los servicios de coordinación deben integrar tecnologías avanzadas como la automatización de procesos de arco (GMAW, GTAW, SAW) mediante robots colaborativos y sistemas de visión artificial. También destaca la Laser Beam Welding (LBW), que ofrece alta precisión y mínima distorsión térmica, y la soldadura por haz de electrones o Electron Beam Welding (EBW), utilizada en componentes de grandes espesores, pudiendo soldar hasta más de 100mm en una sola pasada.
Además, los sistemas digitales de gestión del soldeo permiten una trazabilidad en tiempo real de parámetros, cualificaciones y consumibles, habilitando un enfoque basado en datos que mejora la repetibilidad y la calidad del proceso.
Una pregunta clave que se plantean muchas empresas es: ¿qué impacto tiene una correcta coordinación de soldadura en la rentabilidad de un proyecto industrial? La respuesta es clara. Una coordinación adecuada permite anticipar y mitigar defectos como porosidades, grietas o falta de penetración, que pueden derivar en costosas reparaciones o rechazos.
Asimismo, al asegurar la cualificación del personal según normas como EN ISO 9606 o ASME IX, y la validación de procedimientos mediante especificaciones y registros de cualificación según normas y códigos como EN ISO 15609, EN ISO 15614, ASME IX, AWS o especificaciones de producto o cliente, se minimizan las no conformidades y se optimizan los tiempos de producción. Todo ello se traduce en una reducción significativa de los costes operativos, que en proyectos complejos puede alcanzar hasta un 30 %.
No obstante, la tecnología por sí sola no garantiza el éxito
La formación continua del personal involucrado en el proceso de soldadura, desde operarios hasta ingenieros, es un factor determinante para mantener la competitividad. En TECNALIA ofrecemos programas de capacitación técnica en procesos de soldadura, soldabilidad de materiales, diseño de uniones, validación mediante ensayos, interpretación de normativas internacionales, así como en gestión de calidad aplicada a procesos de soldadura.
Esta formación permite a las empresas adaptarse a nuevas tecnologías y normativas, y desarrollar una cultura de calidad que se extiende a toda la organización.
De cara al futuro, el sector de la soldadura industrial está siendo moldeado por cinco grandes tendencias.
- La primera es la digitalización del proceso de soldeo, con la integración de sensores inteligentes, gemelos digitales y análisis predictivo para el control en tiempo real.
- La segunda es la sostenibilidad, que impulsa la reducción de emisiones y el consumo energético mediante procesos más eficientes y materiales reciclables.
- La tercera tendencia es la soldadura colaborativa, donde robots y humanos trabajan conjuntamente en entornos seguros y flexibles.
- La cuarta es la certificación remota, que permite realizar auditorías y cualificaciones a través de plataformas digitales, acelerando los procesos de homologación.
- Finalmente, la ciberseguridad industrial se convierte en una prioridad para proteger los datos y sistemas de soldadura conectados frente a amenazas digitales.
A pesar de estos avances, muchas empresas aún enfrentan retos importantes en la implementación de normativas de soldadura. Uno de los principales es la escasez de personal cualificado, tanto en soldadores certificados como en coordinadores técnicos. Otro desafío es el desconocimiento normativo, especialmente en pequeñas y medianas empresas, lo que puede derivar en sanciones o pérdida de oportunidades comerciales. Además, la resistencia al cambio tecnológico sigue siendo una barrera significativa, ya que la adopción de tecnologías como la soldadura láser o la automatización requiere inversión y un cambio cultural profundo.
La coordinación de soldadura se consolida como un servicio estratégico
En conclusión, en un contexto donde la calidad, la trazabilidad y la eficiencia son diferenciales clave, la coordinación de soldadura se consolida como un servicio estratégico para empresas que operan en sectores críticos. No se trata únicamente de cumplir con normativas, sino de construir una ventaja competitiva basada en la excelencia técnica, la innovación y la confianza del cliente.
En TECNALIA lideramos esta transformación, ofreciendo soluciones integrales que combinan tecnología, formación y asesoría normativa para convertir los procesos de soldeo en verdaderos motores de valor añadido.
**Artículo redactado en colaboración con Imanol Altuna Vegas,ingeniero de soldadura en Lab Services / TECNALIA