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Polifenoles sí, con investigación y conocimiento científico

10 de Enero de 2019
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Los polifenoles son un tipo de compuestos fitoquímicos, es decir, compuestos que están presentes de modo natural en plantas y alimentos de origen vegetal, biológicamente activos y que, a pesar de no ser nutrientes esenciales para la vida, tienen efectos positivos en nuestra salud.

Son muy abundantes en frutas como la uva, la manzana, la cereza y las bayas en general, así como en el guisante, el café, el té, la alubia negra, el coco y el vino, entre otros. Se caracterizan químicamente por la presencia de al menos, un anillo aromático que posee uno o más hidróxilos como sustituyentes.

Se dividen en grupos en base a su peso molecular, su estructura química y su complejidad (número de anillos aromáticos y grupos sustituyentes). Se clasifican en general en ácidos fenólicos, taninos, estilbenos, cumarinas, derivados de feniletanol y flavonoides (los más abundantes), que incluyen entre otros a los flavonoles, flavanonoles, flavonas, isoflavonas, flavanos, flavanonas, antocianos, flavan-3 oles y dihidrochalconas.

Algunas de las propiedades de los productos de origen vegetal como el color, la astringencia y el aroma son debidas precisamente a la presencia de esta clase de compuestos. Muchos de los efectos beneficiosos en la salud de los polifenoles se atribuyen precisamente a sus propiedades antioxidantes y se ha demostrado que tienen un gran potencial en la prevención y/o tratamiento de diversas enfermedades en las que el estrés oxidativo juega un papel determinante. De hecho, el estrés oxidativo está considerado uno de los factores con mayor contribución a la patogénesis de enfermedades como la diabetes mellitus, enfermedades cardiovasculares y enfermedades neurodegenerativa como el Parkinson y el Alzheimer.

El estrés oxidativo es un estado de la célula en el cual se altera la homeostasis de la óxido-reducción intracelular evidenciada por el equilibrio entre respuestas prooxidantes y antioxidantes. Por tanto, esta situación podría venir definida o bien por una excesiva producción de especies reactivas de oxígeno (ROS) fundamentalmente, o bien por deficiencia en los mecanismos antioxidantes.

Las ROS muestran en general una gran agresividad oxidativa celular. La inestabilidad de su estado energético las hace muy reactivas y de vida media corta. Su presencia genera una cadena de reacciones de transferencia de electrones con las moléculas vecinas, que a su vez se convierten también en radicales libres, y tan solo desaparece su actividad en el caso de que reaccionen dos radicales libres entre sí mismos.

Un antioxidante previene así el daño oxidativo inhibiendo la generación de especies reactivas, capturando los radicales libres o aumentando el nivel de antioxidantes endógenos protectores.

Uno de los efectos beneficiosos de los polifenoles más estudiado es el neuroprotector. El creciente envejecimiento poblacional actual, y enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer constituyen un problema socio-sanitario de primera magnitud.

El cerebro es particularmente susceptible al daño oxidativo debido a la alta demanda energética y consumo de oxigeno, pudiéndose considerar el estrés oxidativo como uno de los mayores causantes del envejecimiento y las fisiopatologías de las enfermedades neurodegenerativas. En estas enfermedades se ha observado un incremento de marcadores de daño oxidativo que involucran oxidación de proteínas, lípidos, ADN e incluso de ARN.

El incremento en la generación de las ROS, un déficit en las defensas antioxidantes, así como la disminución en la eficiencia de los mecanismos de reparación del ADN, la proteólisis, y la pérdida de regulación del sistema inmune son factores que contribuyen al aumento del estrés oxidativo y llevan al daño cerebral progresivo. Sin embargo, todos estos mecanismos no están bien definidos aun: se trata de procesos altamente complejos y queda mucho por estudiar.

Desarrollo de productos

En cualquier caso, existe un creciente interés industrial por el desarrollo de productos con un contenido alto en polifenoles que cumpla la elevada demanda actual. Un ejemplo son los complementos alimenticios, alimentos a los que acceden los consumidores para obtener un beneficio en su salud y que complementan la dieta normal con fuentes concentradas de nutrientes.

Resulta imprescindible conocer sus efectos in vitro y también in vivo. Sin embargo, en muchos casos algunos suplementos del mercado no están sujetos a requerimientos muy exigentes y en ocasiones se venden sin estudios detallados sobre su efecto en los sistemas biológicos.

Son necesarios más estudios de investigación ya que probablemente los efectos bioprotectores, pero también posibles efectos negativos secundarios del consumo de suplementos dependen de numerosos factores que van más allá de la dosis de consumo. Se requieren más investigaciones que tengan en cuenta la biodisponibilidad de los polifenoles, y el porcentaje de absorción de estos en el sistema circulatorio, el empleo de tecnologías como la encapsulación para aumentar esta biodisponibilidad, y la aplicación de ciencias como la nutrimetabolómica para conocer los cambios metabólicos inducidos en el organismo por estos compuestos.

Por tanto, polifenoles sí, ¡pero con investigación y conocimiento científico!

Edurne Elejalde Caravaca

SOBRE EL AUTOR

Edurne Elejalde Caravaca

Licenciada en Ciencias Químicas por la UPV/EHU. Diploma de Estudios Avanzados en Química y Máster en Enología, Viticultura, Cata y Gestión de bodega.

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Autor:Edurne Elejalde Caravaca
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